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Heráldica militar


La Heráldica militar, motivo fundamental de toda la Heráldica, ha venido evolucionando totalmente desde su fundación, transformándose de personal en colectiva; es decir, aquello que sirvió para diferenciar a un solo combatiente, hoy puede ser el símbolo de varios militares. Quizá en donde aún se conserve -con sus naturales limitaciones- su auténtico carácter particular, origen de su necesidad, es en la Aviación y en la Marina, mucho más en la primera, cuyos símbolos particulares distinguen escuadrillas y aun a los mismos pilotos, llegando con ello a la personalísima, necesidad fundamental del surgimiento de la Heráldica. En la Aviación, principalmente en la de caza, puede llegar a representar el símbolo personal de su piloto.

En origen, las armas de los combatientes principalmente correspondían a las personales, pero no eran de excluir las colectivas. Eran personales en cuanto pertenecían a un linaje y en él unos las llevaban puras y otros brisadas, pero también lo eran colectivas al poseerlas el linaje y darlas empleo para distinguir a sus vasallos. Aunque continuaban siendo armas de distinción, llevaban anejo igualmente el signo de armas de sumisión, de vasallaje, cuya figura no puede existir en la actualidad con el empleo de armas colectivas en su aspecto militar.

Las armas militares pertenecen en la actualidad al grupo denominado en Heráldica de Armas Colectivas, aunque en buena hermenéutica heráldica esta clasificación corresponde únicamente a las armas gentilicias, hoy en día, sin distinción, se aplica a las armas militares, aunque su individualidad sea completamente contraria, pues las gentilicias tomaron su nombre precisamente por ser perpetuas y personales, mientras que las militares actuales son impersonales y accidentales, es decir, que mientras las primeras correspondían por adopción o atribución a la persona o a su linaje, bien por herencia o por concesión, las segundas es a la persona exclusivamente y en tanto y en cuanto pertenece al arma, cuerpo, regimiento o especialidad. Pero dentro de la clasificación Heráldica moderna están incluidas en este grupo de Armas Colectivas.

En términos generales suelen ser representadas por elementos bélicos, principalmente figuras artificiales, fundamentalmente sencillas, es decir con un solo símbolo. En algunas se llega a la composición en la que entra a formar parte varias figuras agrupadas constituyendo un símbolo. Generalmente se aprecia el desconocimiento heráldico en dichas composiciones y en la colocación de las figuras principalmente, llegando por su posición a darlas el signo contrario que el que representan. En cuanto a las armas militares quedan reducidos a muy escasos elementos sus representaciones. Los Cuerpos se extienden más, así como también los regimientos y los elementos se van perfilando y limitando cada vez más en las especialidades que suelen reflejar las figuras reales o simbólicas correspondientes, universalmente admitidas, para distinguir y señalar a cada una de ellas.

Generalmente suelen adoptar figuras naturales o artificiales, pero no se pueden excluir las quiméricas como signo especial de distinción de regimientos, brigadas, divisiones o cuerpos de ejército.

Todos estos signos de distinción son reflejo exacto de la Heráldica, aunque no se encuentren enmarcados o rodeados de una boca de escudo, sino que únicamente se emplee el signo.

 

Bibliografía empleada

-Cadenas y Vicent, Vicente de, Fundamentos de Heráldica, Madrid, Ediciones Hidalguía, 1994.

 
     
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